Son varias, montones, tal
vez cientos las ofertas de trabajo en las que te topas con esa frase
“imprescindible adjuntar fotografía”. Como también son muchas las críticas que
he oído respecto a este parecer. No sé
si una persona puede tener mayor rendimiento o ser más o menos capaz de algo
por su aspecto y apariencia física.
Hay quien pensará que quizás
nos estamos topando con uno de los principales pecados del ser humano: el
juzgar a primera vista alguien sin conocerlo. Se habla de injusticia,
discriminación, desigualdad y no van muy desencaminados los que siguen esa
senda, pero quién no ha dicho alguna vez:
“¡Este tío tiene muy mala
pinta no me fío de él!”
o al mirar por la mirilla de la puerta hemos
visto alguien que no es de nuestro agrado por “sus pintas” y hemos decidido no
abrir la puerta. Actuando de este modo no se trata de que no te fíes de él sino que en consecuencia estas
deteriorando la imagen de su “empresa” y
esto va a repercutir considerablemente en los beneficios y objetivos que ésta
se esté marcando.
Si lo analizamos desde este
punto de vista quizás comprendamos que no es la empresa quién “margina” a las
personas por su aspecto físico, son los propios clientes finales los que lo
están haciendo. Una empresa o negocio al fin y al cabo vende “marca” y vende
“imagen” ambas muy asociadas bajo mi parecer.
Pero esto quizás ya sea una opinión personal como podría
ser la de cualquiera de vosotros. Así pues juzguen ustedes mismos.
Bueno Duende, lo cierto es que es un asunto peliagudo y, en cierto modo tienes mucha razón. Cada empresa, tiene un perfil de clientes y se trata de una cuestión de marketing. Lo cierto es que, para tomar un pulso más o menos justo de la sociedad, deberíamos mirar hacia dentro y pensar en lo que hemos visualizado cuando el Duende nos ha expuesto esta cuestión. Probablemente, un tío con piercings, chupa de cuero y greñas frente a otro de traje y corbata, ¿Cuál escoger? Yo, que tengo pensado poner una tienda de vinilos y librería alternativa con salas multiculturales, no lo dudaría: El de los piercings ;-) Se trata sólo de unareflexión, pero la conclusión es que, sea un banco ó una tienda de tatoos, el físico sí importa.
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