jueves, 9 de agosto de 2012

SOLA

Paula está mal, después de 3 años la ha dejado su novio. Llora. Mira a su alrededor y busca consuelo pero no ve a nadie. No están sus amigos. Tantos y tantos años sin apenas querer saber nada de ellos ha hecho que poco a poco los vaya perdiendo como si de los pétalos de una rosa se tratara. Ahora los necesita pero no están. Recuerda cuando hablaba con ellos de sus cosas, contaba sus intimidades e incluso pedía consejo. Pero todo eso se fue acabando, lo que la iba uniendo más a su novio la iba separando de sus amigos. Sola sentada frente a una ventana de su habitación contempla la lluvia caer. No hay nadie en la calle, ni siquiera los pajarillos descansan en las ramas de los árboles del descampado que hay frente a su casa. Parece que el mundo ha desaparecido y solo está ella. Aunque para ella más bien el mundo debe de haberse acabado. Solo le queda ese lápiz que porta en su mano y esa hoja de papel mojada sobre la que caen sus lágrimas y sobre la que escribe esta triste historia.