Recuerdo que ese jueves me levanté temprano como de costumbre para ir al instituto y en las noticias de la radio estaban hablando de un atentado en la red de trenes de Madrid. Al principio y ante el desconocimiento de la magnitud lo escuchaba como un atentado cualquiera probablemente de la banda terrorista ETA que ya nos tenía acostumbrados a estos sucesos.
Conforme pasaba el día no se hablaba de otra, poco a poco se iba conociendo la dimensión de la tragedia y la repercusión que podría tener. La banda esta vez se habia pasado, esto no era un atentado a un político era una autentica masacre en pleno Madrid.
El pueblo español rapidamente se movilizó, clamó contra ellos en numerosas manifestaciones. Mientras el Gobierno condenaba publicamente la masacre a través de diversos comunicados culpando a la banda, no sabía que estaba cometiendo un grave error, esta vez no eran ellos esta vez era diferentes. Una célula islamista había conseguido perpetrar el atentado, conmocionar España entera e incluso crear una gran confusión sobre su autoría y sobre los posibles motivos de ella.
Aquel Jueves no fue un Jueves normal. Aquel Jueves ha sido una mancha negra en la historia de España, 191 vidas se nos quedaron ese día en la mitad del camino, 191 personas que desde donde quiera que se encuentren estarán clamando Justicia.
Recordar también esta preciosa canción de La Oreja de Van Gogh a ese trágico día.
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