Es un viaje normal, ya lo he realizado varias veces y no tiene nada de especial. Pero esta vez va a ser diferente, en una de las paradas está ella. Solo unos minutos en los que apenas conozco su nombre y mi viaje prosigue. Al llegar a mi lugar de destino me sorprende una voz que me llama. Me detengo y me giró, es ella me está llamando a lo lejos, le saludo. Mi día sigue según lo previsto, mi lugar de destino está como la última vez que fui. Me alojo en un lugar diferente pero la perspectiva que puedo observar desde allí me sigue pareciendo igual de bonita. Descanso unas horas, y luego aprovecho el resto del día paseando y disfrutando del lugar. Parece sorprendente pero la vuelvo a ver a ella, esta guapa, radiante como siempre. Al decir como siempre me refiero a horas atrás que es cuando la he conocido pero ¡¡me ha llenado tanto!! En ese momento siento que va a ser especial, mi corazón me lo dice él nunca me engaña. Decide acompañarme en mi paseo y durante toda la tarde tengo el tiempo suficiente para hablar con ella y conocerla más. El paseo es agradable, está anocheciendo y decidimos irnos a cenar juntos. No es el mejor restaurante ni la mejor comida del mundo pero el ambiente es confortable y la situación cómoda parecemos conocernos de toda la vida.
Presiento que la noche se va a alargar más de lo esperado…
No hay comentarios:
Publicar un comentario